Según Mandrioni, un buen filósofo o pensador debe estar comprometido con su época; ser un visionario, quizás, por expresar las ideas universales de la humanidad en tanto puede adelantarse a los hechos o evocar situaciones, pero debe vivir un presente y aportarle soluciones.
Bajo esta propuesta de nuestro Santo ejemplar, idearemos una revolución para destronar los poderes burocráticos de nuestra facultad e instaurar el sentido común para la oferta de igualdad y presencia de oportunidades a la hora de rendir los finales correspondientes al primer cuatrimestre 2009.
Para este propósito, fruto del análisis del bien común que nos caracteriza, hemos primero listar las armas que disponemos para nuestro letal ataque:
1. Trampolines de Tauben
2. Dragones lanzallamas
3. Rayadores de queso
4. Cosquillas (entiéndase: manos que hacen…)
5. Bolitas de Vernino
6. Pincitas de depilación
7. Lectura obligatoria de Jesús Pena
8. Credenciales
Como hemos expuesto anteriormente en los “Sistemas de Evaluación del Profesor Taubenschlag” (véase link), el profesor ha instaurado en la rivera del río hacia el dique unos trampolines para bochar a sus alumnos. Dada la carencia de alumnos que bochar (evidentemente), los trampolines están a nuestra disposición subversiva. Nos apoderaremos de ellos y así nos desharemos de los primeros soldados que combatamos, es decir, la linda muchacha de mesa de entrada que nos trata como niños de 5 años cuando le hacemos una pregunta.
Eliminada la resistencia en la trinchera, ingresamos a la administración propiamente dicha. Ah, el sabor del terror. Belén gentilmente ha viajado con sus dos dragoncitos hasta la facultad. El problema es que son cachorritos, entonces, no controlan muy bien su fuego. Así, papeles y cabellos se queman por aquí y por allá. Pero no podemos culpar a dos pobres criaturas místicas, ¿no?
Luego de eso, con nuestros rayadores de queso traídos de casa (somos así de domésticos y rústicos), rayamos sus narices hasta que confiesen las razones ocultas detrás de toda la burocracia. ¡Eso es! ¡Quieren que abandonemos la carrera, porque Letras abre la cabeza y la política actual es No Pensar!
Pero si los rayadores de queso no son suficientes, podemos recurrir a las cosquillas como plan B. Si eso aún no funciona, las pincitas de depilación serán ciertamente eficaces, sobre todo considerando el pequeño vello que se acumula en la nariz. En cualquier caso, aún si ya hemos cumplido con la misión de la tortura, es bueno implementarlo para que entiendan la dimensión de nuestra furia y nuestro terrorismo.
Las bolitas de Vernino es una lectura complementaria de nuestro blog que aún no poseemos para ofrecerles. Pero, resumiremos el objetivo e intensidad del arma: la profesora utilizó las comúnmente denominadas bolitas o canicas para derribar a la profesora García Jurado y matarla para apoderarse de la titularidad de la cátedra. Su plan fracasó, aunque tuvo consecuencias inmediatas que la beneficiaron.
Utilizaremos esas mismas bolitas asesinas contra aquellos que reúnan el valor para resistir a nuestra revolución e incluso pretendan atacarnos o hacernos replegar. Así serán derribadas hasta las más altas jerarquías. Para mantenerlos en el piso a nuestros pies, emplearemos la lectura del material obligatorio de Jesús Pena. De esta manera, todo coraje será apagado.
Cuando nuestra revolución esté prácticamente consumada, por una confusión técnica, pasaremos nuestras credenciales universitarias por la juntura de sus dedos múltiples veces, ya que creeremos que son las ranuras de las terminales de autoconsulta.
Para disipar toda prueba o sangre, finalmente Ivana intervendrá con su poder de fusión de realidades alternativas. Bajo tales circunstancias, todo el personal administrativo desaparecerá de nuestro mundo misteriosamente, sin dejar rastro… salvo una nota muy simpática que indique a las autoridades de la Universidad que los alumnos de primer año de Letras pueden proseguir a tener sus mesas especiales de agosto con suspensión de las dos primeras semanas de clase.
Claro, si las autoridades de la universidad no ceden, no tendremos problema en volver a tomar armas… es decir, cartas, en el asunto.
“The first duty of a revolutionary is to get away with it.” - Abbie Hoffman
(traducción rústica: “el primer deber de un revolucionario es lograr escapar luego”)
Un pequeño relato lúdico de una revolución improbable. Es la única manera de canalizar nuestra frustración e impotencia, y a la vez, escapar de las represalias.
Aunque quién sabe lo que pueda suceder este 3 de agosto…
Próximamente…
3 comentarios:
NO COMENTS JAJAJAJAJA
MIRÁ A LA INSTANCIA QUE NOS HACEN LLEGAR; TODO POR NO REPROGRAMAR CUATRO PUTOS FINALES :)
Yo me sumo compañeras!
Propongo, además y como instancia previa y alertadora, llenar sus casillas de correo electrónico con e-mails poco claros y estupidizantes, frustradores y maliciosos, para amainar los ánimos desde el inicio de nuestra revolución... ¡que sientan la irreverencia de nuestras palabras!
Ah... que blasfemia, dejar morir los apuntes por todo el cochino receso.
:)
Hi! girls,
pongamos un poco de onda y en una de esas "la instancia final" sale mejor...
(Juli, se trata de aprobar con cuatro puntos los finales, no de reprogramarlos...)
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